jueves, 10 de noviembre de 2011

UN DILEMA EN EL PAPADO: CISMA DE OCCIDENTE

Se denomina Cisma de Occidente a la división ocurrida dentro de la Iglesia Católica a finales del siglo XIV.

Por la inseguridad política que reinaba en Roma, el Papa Clemente V decidió en 1309 establecerse en Avignon (Francia). Después de varios pontificados, el Papa Gregorio XI, por pedido de Santa Catalina y del pueblo, restableció su residencia en Roma. A su muerte fue elegido el Papa Urbano VI (1378), pero no fue aceptado por conflictos que se suscitaron con los cardenales franceses.

Ese mismo año los cardenales eligieron a Clemente VII como nuevo Papa, el cual residió en Avignon. Para ese entonces habían dos Papas, empezando así el Cisma de Occidente que dividió a la Iglesia y a sus fieles en dos papados. Tras este acontecimiento llego a darse uno más: la Iglesia estuvo dirigida por tres Papas por el año 1409 (Gregorio XII, Benedicto XIII y Alejandro V).
La Cristiandad estaba dividida ya que Francia, España e Inglaterra, reconocían al Papa de Avignon mientras que Alemania, Italia y los demás países reconocían al Papa de Roma. Al cabo de 39 años después, con el Concilio de Constanza (1414) se puso fin a este conflicto, eligiendo a Martín V. toda la cristiandad lo reconoció como único y legítimo Papa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario