jueves, 10 de noviembre de 2011

UNA LAMENTABLE SEPARACION: CISMA DE ORIENTE


Las tensiones entre la sede de Roma y Constantinopla fueron en aumento desde el siglo IX, hasta producirse una ruptura definitiva en el año 1054 (S. XI) cuando el Papa León IX envío a sus delegados a poner sobre el altar de la Basílica de Santa Sofía el decreto de excomunión* del Patriarca Miguel Celulario, quien ordenó el cierre inmediato de todas las Iglesias de su jurisdicción que mantenían el rito latino-romano, con la pretensión de convertirse en el líder absoluto de la Iglesia de Oriente. Esta ruptura determino la separación de varias Iglesias Orientales de la comunión con la Sede de San Pedro.


CAUSAS DEL CISMA
El culto a las imágenes
El problema del “Filioque”
Cuestiones disciplinarias
El Emperador de Bizancio, León Isaurico, prohibió el culto a las imágenes y castigó a quienes lo seguían man-teniendo
En Oriente se sostenía que el Espíritu Santo procedía solo para Padre de la Iglesia de Roma enseñaba que procedía del Padre y del Hijo.
Los patriarcas de Cons-tantinopla no querían estar sometidos a la autoridad del Papa de Roma porque no reconocían en el un primado de jurisdicción (la autoridad real sobre los demás Obis-pos).


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